Compré un Intel Core i7-14900K esperando un procesador premium, estable y listo para trabajo pesado en Windows 10/11. La realidad fue otra: reinicios aleatorios, pantallazos azules y un consumo térmico ridículo.
Busqué en foros, comunidades de Reddit y Discords de entusiastas, y encontré que no era el único. Los 14900K (y en general los Raptor Lake Refresh) tienen fama de ser “overclockeados de fábrica”. Intel los vende al límite de voltaje y frecuencia, y eso significa que bajo ciertas cargas (compilaciones largas, AVX, estrés de GPU+CPU al mismo tiempo) la estabilidad se rompe.
El problema es tan común que algunos fabricantes de motherboards ya sacan BIOS con “Intel Baseline Profiles” para bajar las frecuencias y voltajes. Es básicamente reconocer que el CPU no es estable en sus propios valores “oficiales”.
En mi caso, tras múltiples reinicios y reinstalar Windows pensando que era un fallo de software, la única solución fue nerfear el procesador. Sí, pagar un 14900K para tener que bajarle rendimiento. Una broma de mal gusto.
Lo que funciona: Intel Extreme Tuning Utility (XTU)
Si ya compraste este procesador y no podés devolverlo, acá te dejo la configuración que me dio estabilidad:
Instalar XTU
Descargá Intel XTU
Entrar a Advanced Tuning → Per-Core Tuning
Bajá los multiplicadores de los núcleos 6 y 7 a 57x.
Aplicá y guardá.
Esto evita que esos cores inestables intenten correr a la misma frecuencia que el resto.
Atención con los reinicios
XTU no guarda los cambios en la BIOS.
Si tu PC se apaga por corte de luz o cuelgue, vas a tener que re-aplicar la configuración.
Intel vende el 14900K como el tope de gama para entusiastas, pero la realidad es que muchos chips no son estables en stock. Eso no debería pasar en un producto premium. Si estás evaluando compra, pensalo dos veces
Top comments (0)